Ecos de una ciudad sumergida.

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jueves, 29 de diciembre de 2011

PRIMORDIAL - Redemption At The Puritan's Hands (2011)


Por fin! Con esta reseña cierro el año metálico y puedo encarar la lista de lo mejor de 2011 con al menos los grandes títulos incluidos en el blog. Desgraciadamente otros muchos lanzamientos significativos se me han quedado en el tintero, pero espero mencionarlos y a lo largo de 2012 ir comentándolos como merecen. Mañana subiré del mismo modo las reseñas rockeras que me faltan y así poder publicar las dos listas (rock y metal) para la víspera de Nochevieja. Que luego explote, muera agotado y no me volváis a ver jamás es algo que afrontaremos a su debido tiempo,jajajajaja Éste último disco metálico que visita Ecos De R'Lyeh es muy especial para mí, no lo puedo negar. Primordial es una de mis bandas favoritas de todos los tiempos, y despiertan en mi sensaciones y estados de ánimo que rara vez se muestran en mi primigenio ser, tanto que se me hace muy difícil expresarlo con palabras (de ahí que haya retrasado al límite esta reseña). La conexión más evidente podría hablar de una lírica extraordinaria y llena de orgullo por pertenecer al pueblo irlandés que entronca con mi condición de vasco, pero creo no ser una persona de especial ardor nacionalista (más allá de la defensa de los derechos básicos de mi pueblo, como el de poder decidir su futuro). Otra explicación, más soterrada pero probablemente la acertada, sea que el quinteto irlandés colma mi pasión por la épica bien hecha, más allá de cutreríos vikingos y banalidades powermetaleras. Hablo de las grandes historias de nuestra especie, llenas de dolor, sangre, sacrificios, victorias y derrotas. Es decir, los mecanismos que con tanto esfuerzo y sufrimiento nos han hecho avanzar como sociedad, y que en definitiva rigen las leyes del Universo, donde no hay avance sin confrontación, ni vida que no vaya inseparablemente unida al ocaso. Todo eso late en en la música de Primordial, desde que en 1995 debutaran con el notable Imrama. A partir de ahí, una carrera que si el futuro es benigno será venerada por todo amante de la música superlativa y honesta. Porque cada álbum que los irlandeses han entregado desde entonces han sido poco menos que obras maestras, destacando en mi insondable y tierno corazoncito los monumentales The Gathering Wilderness (2005, recientemente re-editado) y To The Nameless Dead (2007). Cuatro añitos hemos tenido que esperar para tener un nuevo trabajo de Primordial entre las manos, pero tras muchos meses paladeando esta obra de orfebrería, puedo decir que tenemos otra victoria rotunda.



Mucha gente ha criticado Redemption... por carecer de hits inmediatos como The Empire Falls o As Rome Burns, incluidos en su anterior trabajo To The Nameless Dead. Algo completamente cierto, pero que eso se esgrima como argumento de peso en unos terrenos estilísticos como éstos me parece una soberana estupidez. Lo podría entender si estuvieramos hablando de Amon Amarth o Machine Head (sin desmerecer un ápice a esas bandas), pero no en el caso de Primordial, que practican un black metal épico de influencias folklóricas y medios tiempos que se alargan a unos metrajes superiores a los 7 minutos. Tampoco habla muy bien del conocimiento de la banda por parte de esas personas, pues quitando el mencionado (y soberbio) álbum, no es Primordial una banda que haya basado su carrera en temas de un gancho tan evidente. Sin embargo, quien quiera disfrutar del verdadero fuego de los irlandeses, de esa grandilocuencia arrebatadora, de su expresividad superlativa y de un Nemtheanga reivindicándose una vez más como el mejor frontman del planeta, va a arder con él lo mismo que en sus grandes obras maestras. Si lo analizamos atentamente, To The Nameless Dead es de hecho una rareza dentro de la discografía de la banda, pues es un álbum brillante, lleno de gloria, victorioso. Primordial, al igual que Irlanda (desgraciadamente), no conoce mucho de victorias, pero si de resistencia. Y la resistencia nunca es bonita ni radiante, es gris, orgullosa y repleta de épica soterrada, de la que nunca nadie conocerá nombres propios ni pondrá caras a las lágrimas derramadas. Redemption... es una vez más el grito de esa esforzada y tenaz lucha, en la que un soberbio Nemtheanga vuelve a dejarse el alma para darnos a entender que la muerte no es nada, y sólo cobra relevancia al echar la vista atrás y ver cómo hemos vivido nuestras vidas. Para ello recorre de nuevo la Historia del siglo XX, como la Revolución Letona de 1905 surgida al calor de la de su homóloga rusa o la derrotada Insurrección de Pascua irlandesa de 1916 en la que perdió la vida el socialista James Connolly, uno de los líderes más excepcionales que jamás haya tenido la izquierda. Las guitarras de MacUiliam y O'Floinn siguen rayando a un nivel soberbio, en el que sin necesidad de masturbaciones ni intrincadas filigranas consiguen crear in crescendos de quitar el hipo, demostrando un dominio de los climax para quitarse el sombrero. Del mismo modo la sección rítmica retumba como el marchar del Ejército Ciudadano Irlandés, destacando especialmente el soberbio trabajo de O'Laoghaire a los parches, toda una demostración de técnica y contundencia cuando es preciso.  La producción es otro de los puntos estelares en Redemption..., como es habitual en los trabajos de Primordial. Un sonido que inexplicablemente es capaz de fusionar lo orgánico (porque estos señores componen al estilo de las jam-bands... como lo oís) con la épica, sin necesidad de sobreporducciones ni efectos de retoque posteriores. Chapeau de nuevo. Aquí no hay hits, cierto, pero en cambio tenemos una historia grande como la vida, dividida en ocho actos capaces de poner los pelos de punta, y que demuestran una vez más que Primordial es una de las bandas más especiales, honestas, talentosas e inteligentes que jamás nos haya dado el metal.


Séptimo álbum de estudio y sexta obra maestra de Primordial. Un trabajo que vuelve a enterrarse en las entrañas de Irlanda para gritarnos desde allí el orgullo de todo un pueblo. Las palabras se quedan cortas para describir la grandeza de una banda como ésta. Gracias por existir.

NOTA: 10/10


2 comentarios:

Doomed Mike dijo...

Increíble disco, increíble banda. Trayectoria impecable y una honestidad, determinación y pasión de la que todos deberíamos aprender. Estos cabrones me encienden cada vez que los escucho hasta el punto de que en sus conciertos casi lloro siempre, mezcla de rabia, alegría, dolor, ira...no sé, una banda especial, que como dices, es difícil de expresar con palabras lo que transmiten.

Karba dijo...

Pude verlos recientemente en directo en el Madrid Is The Dark: me impresionaron y me hicieron apreciar aún más su concepto y sus grandes opus. Son únicos y no tienen disco malo, aunque quizás este último sea de los más difíciles de asimilar en una primera escucha. Todo un reto para una banda extraordinaria. Chapeau.