Ecos de una ciudad sumergida.

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lunes, 12 de diciembre de 2011

THE DIRTY STREETS - Movements (2011)




Tras varias entradas dedicadas al metal en sus diferentes variantes, hoy toca degustar un álbum de rock añejo y atemporal, a cargo de una de las formaciones más prometedoras del país de las barras y estrellas. Hablo de The Dirty Streets, un jovencísimo trío proveniente Memphis, la cuna del blues y el rock'n roll. Formada por el vocalista y guitarra Justin Toland y el bajista Thomas Storz en 2006, pronto reclutaron en sus filas al batería Andrew Denham. Con la banda completa, en 2009 apareció su álbum debut, Portrait Of A Man, que si bien no era un disco redondo si supuso toda una sorpresa por el nivel y la energía que desplegaban los recién llegados. Su propuesta, una mezcla entre el blues, el rock clásico y el punk dejaba claro que estábamos ante una formación de raíces que nada tenía que ver con la oleada revival liderada por combos como Wolfmother o Jet. Arropados por un público, el de Tennessee, que como poco les sacaban 10 y 15 años, The Dirty Streets se convirtieron en la sensación del estado, aprovechándose de la experiencia y apoyo que esa insigne vieja guardia les brindó (desde conseguir locales para tocar a ayuda en cuestiones de sonido y grabación). Una vez fogueados sobre las tablas y con nuevo material compuesto, el trío volvió a meterse en el estudio a principios de 2011, dando como resultado Movements.





Movements no supone ninguna sorpresa respecto a lo presentado en Portrait Of A Man, pero si en lo referente a la calidad de sus composiciones. Porque estamos ante un disco redondísimo, diez cortes ganadores que alardean de una energía, gancho y feeling como pocos he escuchado este año. Mucho más dinámico y fluido que su predecesor, Movements es un fantástico ejercicio de rock crudo, que bebe por igual de MC5, Grand Funk Railroad, los Stooges, los Led Zeppelin menos grandilocuentes y James Brown. A nivel instrumental estamos ante una formación de la vieja escuela rockera, que sin necesidad de virtuosismos ni complicaciones consiguen en cambio desplegar una fuerza encomiable, primaria y que te hará mover los pies sin remedio. Destaca especialmente Movements en su aspecto vocal, con un gran Justin Toland que recuerda gratamente a insignes cantantes como Leslie West de Mountain o Burton Cummings de los míticos The Guess Who. La verdad que es una gozada el poder disfrutar de una banda de corte clásico que no se apoye en la grandilocuencia ni pretenciosidad de las grandes bandas de la era dorada (sin que eso suponga una cítica por mi parte a ese aspecto) como suele ocurrir, y se centre más en la crudeza que fue el santo y seña del rock'n roll original. Y quién necesita de añadidos cuando se enfrenta a pepinazos como Cloud Of Strange o Felt, dos de los puntos álgidos del álbum y verdaderas invitaciones a mover pies y cabeza como posesos. La producción a cargo de Doug Easley (que tiene en su haber producciones para Sonic Youth, Pavement y The Walkmen), como no podía ser de otra manera incide en un sonido orgánico y natural, casi de directo, la elección perfecta para una propuesta como la del trío. Poco más puedo añadir a un álbum simplemente magnífico, que nos recuerda que el rock, más allá de poses, desarrollos lisérgicos o eternas progresiones, siempre ha sido fuego y actitud.



Una grata sorpresa y la confirmación de todas las esperanzas que había puestas en The Dirty Streets. Por actitud, temas y gancho, Movements es simple y llanamente uno de los mejores discos de rock de 2011.

NOTA: 9/10



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