Ecos de una ciudad sumergida.

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jueves, 21 de enero de 2010

WEEDEATER - Sixteen Tons (2003) & God Luck And Good Speed (2007)

  1. Bull
  2. Potbelly
  3. Time Served
  4. Dummy
  5. #3
  6. Woe´s Me
  7. Buzz
  8. Lines
  9. Riff
  10. Kira May


  1. God Luck And Good Speed
  2. Wizard Fight
  3. For Evan's Sake
  4. Alone
  5. $20 Peanut
  6. Dirt Merchant
  7. Gimme Back My Bullets
  8. Weedmonkey
  9. Willow
Preparaos para apoltronaros en un desvencijado sofá de ante, cuyo color fue definible en alguna década perdida en la memoria, con muelles asomando por toda su superficie. Os encontráis en algún sótano de alguna ciudad perdida de North Carolina, con una provisión de cerveza como para sobrevivir a tres cataclismos, un enorme porro de marihuana en la mano, y una niebla espesa a vuestro alrededor, de esa que es tan densa que se puede cortar con un cuchillo. Vuestra garganta está seca como la vagina de una octogenaria y tenéis los ojos vidriosos e inyectados en sangre, como una rata en celo. El cerebro hace tiempo que se rindió al acoso del THC, y ahora encerrado en vuestro cráneo tenéis una especie de mousse grisácea. Bien, ya estáis preparados para Weedeater. Porque este trío norteamericano va a ser la banda sonora en esa fiesta. La banda se formó en 1998 por Dave "Dixie" Collins, que ya había militado en bandas insignes como Buzzov'en, Bongzilla y Sourvein. Tienen en su haber tres álbumes, ...And Justice For Y'all, Sixteen Tons y God Luck And Good Speed.

Sus dos últimos discos, los que os subo, son una par de auténticos pepinazos, y han encumbrado a la banda como uno de los pilares referenciales dentro del stoner/sludge. A medio camino entre Sleep y Bongzilla, y con un porro en la mano durante todo el trayecto, Weedeater destacan por un sonido basado en riffs tan monolíticos y pantanosos que parecen provenir de las entrañas de la tierra. La voz de "Dixie" Collins es rasposa como un estropajo, y en general disfrutan de habitar medios tiempos plomizos y que son capaces de desorientar por su densidad al más avispado, calcando los efectos de su tan amada marihuana. Que no son una banda cualquiera se aprecia al descubrir a los productores de los álbumes, dos auténticas leyendas vivas y que han grabado trabajos que han pasado a la historia del rock y del metal. Sixteen Tons se parió bajo la tutela de Billy Anderson, que, entre otras bandas, ha grabado con Neurosis (su obra maestra Through Silver In Blood), Sleep (entre otros el Dopesmoker Y Jerusalem), OM, Orange Goblin, Melvins (el imprescindible Houdini), High On Fire, Giant Squid o Cathedral. Casi nada. Pues no contentos con ello, consiguieron (mediante alguna ofrenda herbácea, seguro) que God Luck And Good Stone fuera producido por Steve Albini, integrante de bandas imprescindibles como Shellac y Big Black, y que ha trabajado para Nirvana, Helmet, Neurosis, The Stooges o los Pixies. Dos auténticos revolucionarios del sonido que se rindieron a estos tres cafres, en parte por el extraño y malsano magnetismo que provoca su música. Y es que pocas bandas del planeta alcanzan el sonido abisal que despliegan Weedeater, arrastrándote a unas profundidades donde la presión te comprimirá al tamaño de una nuez, y que aún así consiguen que durante toda tu destrucción física mantengas una sonrisa en la cara. Estaba previsto que el nuevo álbum de Weedeater se grabara este Enero, pero un accidente de "Dixie" Anderson con su pistola (se voló el dedo gordo del pie, cosas de mezclar porros y armas...) ha hecho que se vean forzados a aplazarlo.

En resumidas cuentas, dos grandes discos de estos pesos pesados del sludge, esenciales para todo amante del género.

Nota:
Sixteen Tons 8,5/10
God Luck And Good Speed 8,75/10


2 comentarios:

Soulkiller dijo...

Enormes. Hace poco estaba repasando su discografía, y aunque sea más devoto de otros fumetas como los Bongzilla, no dejo de flipar con esta gente.

Un saludo.

aStroStrich dijo...

muchas gracias!